lunes, 28 de julio de 2014

NO ESTAMOS LOCOS

Claramente en España continuamos en pañales a la hora de hablar de enfermedades o desequilibrios mentales. Se sigue pensando que aquellos que padecen algún problema mental son locos de remate que van por el mundo con un embudo en la cabeza o matando a gente con cuchillos afilados mientras silban una canción de cuna. Todos somos culpables de que este país sea inculto e incluso bastante paleto, a la hora de afrontar problemas de este tipo.
Ir al psiquiatra o psicólogo debería considerarse un acto responsable y saludable, en vez de llamar a las personas que lo hacen, débiles mentales o "pastilleros". Todos vamos al especialista adecuado cuando nuestro cuerpo no funciona bien, acudimos sin problemas y nos tomamos tanta medicación como nos digan durante el tiempo necesario. Claro que todo esto lo hacemos siempre y cuando el problema no sea mental. Si es así intentamos evitar al especialista como quién huye de un regimiento de piojos. Nosotros no estamos locos, ni tomamos pastillas raras y ni se nos pasa por la cabeza contarle nuestras intimidades a un "loquero". También puede suceder que, desgastados emocional y físicamente, ante los problemas que nos puede acarrear la enfermedad mental acudamos al psiquiatra, eso si de incógnito y sin que nadie se entere nunca. Es fácil que tomemos durante un tiempo las medicinas pertinentes y también es fácil que, ante presiones sociales u familiares, dejemos la medicación para que no se nos menosprecie por depender de ella. Error fatal. ¿Os imagináis a un enfermo de corazón tirando sus pastillas? ¿ A un alérgico evitando toda ayuda médica? Entonces, ¿por qué es una persona más débil y dependiente aquella que tiene una enfermedad mental y necesita de ayuda química para tener una excelente calidad de vida? No lo puedo comprender, sin duda tanto medios de comunicación, como familia y sociedad son culpables de que aún se siga viviendo en el Medievo en lo que se refiere a este tema, incluso se usan eufemismos para evitar la palabra "psicólogo", para que no te consideren una pirada debes decir que tienes un coach...Podría decir más y más...pero no puedo, Fellini me está esperando.

miércoles, 23 de julio de 2014

FILÓSOFOS DE PACOTILLA

Ellos son clarividentes, saben lo que los demás tenemos que hacer. Conocen con exactitud cuáles deben ser nuestros movimientos uno por uno, ¿cómo es posible que no los hagamos? ¿Es que somos tontos? Es increíble como en los momento de mayor crisis de una siempre aparece alguien, a quién no se le ha pedido opinión, diciendo cosas como "anímate" o "ánimo"( como si estuviésemos escalando el Tourmalet), "hay gente peor que tú" (lo cual te hace sospechar que la otra persona cree que eres tan miserable como para alegrarte de las desgracias ajenas), o la frase estrella "parece que te gusta estar mal" ( algo que pone a flor de piel el instinto asesino que todos llevamos dentro). No hay nada peor que ser tonto y no tener ni pizca de empatía, así son los filósofos de pacotilla. Se esconden bajo la más cara de "yo soy guay y siempre sonrío ante todo" , pero en realidad son seres frustrados y egoístas a los que les importa un bledo tus sentimientos y situación del momento. Lo mejor es alejarse de gente así, son seres muy negativos que no te van a aportar nada más que rabia, no te respetan y mucho menos tienen intención de echarte una mano a no ser que sea al cuello.
Hace poco viví los aniversarios de la muerte de mi madre y hermano, gente que me rodea no entiende que llore o recuerde, yo vivo la muerte de mi seres queridos de otra manera. Necesito recordar para tenerlos en mi vida, hacer como si no hubiera pasado nada no me hará más fuerte sino más estúpida. Necesito llorarles algún día al año para después poder sonreír un poco. No se comprende, no se entiende, significa que vives anclada en el pasado.... Pues prefiero eso a vivir en un futuro ficticio y vacío... Me voy, Fellini me está esperando.


martes, 15 de julio de 2014

Esos dos días

Hasta los veinte años, más o menos, julio siempre fue mi mes favorito. Era la época en la que junto a mi familia me iba a la playa a remojarme y soñar con historias que normalmente nunca se cumplían. Días de solecito, piel salada, paellas deliciosas y helados se entremezclaban con paseos en la tarde y ensoñaciones nocturnas. Para mi era suficiente hasta que cumplí los veinte, me sentía una verdadera fracasada por ir aún de veraneo con mis padres . Siempre tuve la sensación de que, en el restaurante donde íbamos durante décadas a ponernos ciegos de calamares a la romana, tenían la sospecha de que yo padecía algún tipo de retraso mental. Es lo que pasa cuando juzgas a las personas sin preocuparte de hablar con ellas. Aún así julio continuaba siendo mi mes favorito en recuerdo a todas las cosas vividas y sueños imaginados. Lejos estaba de sospechar que terminaría convirtiéndose en una pesadilla, en el mes más odiado y temido, en una losa difícil de soportar. Pero así fue. Ocurrió en ese mes, y no otro, las dos tragedias más grandes de mi vida. Fue justo en ese mes, cuando me tuve que despedir de las dos personas que más he amado, una de ellas era mi faro, mi sol de cada día, mi razón para respirar....Dos días de julio devastadores que acabaron con mi amor por ese mes, que me destrozaron el corazón, que aún sangra, y me robaron mis bellos recuerdos veraniegos....estoy llorando y no quiero llorar, además Fellini me está esperando.

lunes, 14 de julio de 2014

Este calor...



No lo soporto. El calor saca lo peor de mí. Me convierte en un ser malhumorado con ganas de no salir de la ducha. Odio el metro rebosante de personas,algunas apestosas y otras maleducadas, que no paran de usar sus móviles desesperadamente. Me repelen las terrazas atestadas con niños chillones y papás desconsiderados. Para mí el verano es como la Navidad para el Señor Scrooge...pero le pido a Dios encarecidamente que no me mande tres espíritus si no quiere verme morir de un infarto. Podría decir más, pero no me apetece, me deprimiría aún más de lo que estoy y... Fellini me está esperando.