Las televisiones parecen fascinadas por los jóvenes
asilvestrados, superficiales y salidos que ha educado, si así se puede llamar,
una generación llena de complejos y culpas. Se confundió el amor con la
permisividad y el aplicar disciplina con ser fascista. Gracias a este cóctel ,casi
molotov, se consiguió sacar a la luz una de las generaciones más insulsa y
repelente de la historia de España. El problema es que esta panda de piedras
fingidas no deja ver a otros muchos jóvenes que si están preparados, educados y
luchan por mejorar las cosas. Estos no interesan. No suelen ser del agrado de ciertos medios de
comunicación que fomenta el analfabetismo, descortesía y el culto al cuerpo. Normalmente
este perfil, hoy en día, suele triunfar en la prensa roñorosa. Cuanto más
guarrindogo y bestiajo, más dinero ganan, asique no hay escrúpulos. Lo que sea
por llevarse un buen fajo de billetes y la atención mediática…Me pregunto si
los buenos profesionales de este tipo de prensa se sienten satisfechos y
cómodos teniendo que escribir sobre enredos de institutos y polígonos chonis, debe
ser descorazonador dar pábulo a este tipo de personajes carroñeros pero las
grandes empresas mandan, hay que crear personajes como churros y en garrulolandia
han encontrado un filón.
Quisiera creer que no está todo perdido…quisiera pensar que
la cordura volverá a esta loca sociedad, que
quién cultiva la mente será nuevamente admirado….quisiera creer…pero me voy,
Fellini me está esperando.