Venenoso Internet

Sin duda uno de los grandes avances de la humanidad ha sido la creación de Internet. Una red gigantesca que nos comunica con un señor chino o nos resuelve cualquier duda por extraña que sea, en segundos. Magistral y necesario. Sin embargo, como todo en la vida, tan impresionante invento tiene su parte negativa. Por ejemplo, de repente,  nos interesa más si el señor chino ha hecho popó que el estado de ánimo  de la persona con la que convivimos. A esta ya la tenemos muy vista, además habla todo el rato y no podemos salir de la conversación sin crear un gran cisma, pero con el señor chino no hay problema. Si nos aburre le damos al botoncito “salir del chat” y el próximo día le contamos que se nos fue al carajo la conexión y a otra cosa. El caso es que una excesiva búsqueda de la comodidad nos invade. Todo se vende congelado, precocinado, precalentado…usar y tirar, nos hemos convertido en unos vagos redomados, y  claro, cualquier mínimo esfuerzo, nos produce casi una profunda depresión. No hay nada que hacer. El día día artesano, hecho a fuego lento y con mimo tiene los minutos contados…oigo maullar a Fellini, me está esperando…

ESTEREOTIPOS GARRULOS

La primera vez que un extranjero me preguntó si sabía cantar y bailar flamenco me quedé conmocionada. No podía creer que, por el casual hecho de ser española, alguien supusiese que dominaba tal arte. También me han llegado a decir que no parezco española, ya que todos nosotros, somos de piel y ojos oscuros....vamos todos clones, la huella genética de los celtas, iberos, romanos y árabes al carajo. Todos somos Curro Jiménez y Lola Flores ¡ole, ole y ole! Así está escrito y así debe ser.
¡Pues no panda de cachalotes ignorantes! Nuestro país está lleno de diversidad y belleza de todo tipo. No nos pasamos la vida comiendo paella. Tampoco vivimos para la fiesta y para emborracharnos hasta acabar con las bragas en la cabeza.
Creo que los países mediterráneos somos los más castigados por los estereotipos cretinos que presuponen el resto de las naciones europeas. El problema es que, entre nosotros, tampoco dejamos de hacer lo mismo. Aún hay españoles que piensan que las mujeres portuguesas tienen más bigotes que una legión de gatos, los italianos son todos pizzeros- gondoleros y los griegos van a trabajar bailando el sirtaki mientras gritan "jorroña krijoña". Una vez, una pareja de italianos que vinieron a Madrid, me comentaron que se habían sentido decepcionados porque los españoles no éramos como Antonio Banderas o Penélope Cruz. Vamos, me llamaron fea en mi cara....también era para verlos a ellos....pero ese es otro tema...
Yo solo digo que abramos más nuestra mente, nuestra curiosidad. Digo que vayamos más allá de lo que nos cuentan o leemos, mandemos lejos las ideas preconcebida y dejemos que nos sorprendan. Aunque sea difícil de creer, el ser humano es excepcional, no lo devaluemos aún más... ¡y me voy ozú! Fellini me está esperando.