sábado, 6 de diciembre de 2014

Conociendo a Gundemaro...


Necesito dinero para cortarme el pelo – se atrevió a pedir su hermana Dolores
-   ¿Otra vez? – casi reprochó Gundemaro

Ella le miró muy sorprendida.

-   La última vez fue hace casi siete meses, ya no me aguanta el peinado, no tengo forma ning….

-  Chiiiiiiiiiis – le interrumpió muy enfadado- No me interesan tus tonterías, cuando pasen ocho meses hablamos… Además, de lo que te sirve…
La hermana apretó lo labios como gesto de 
resignación y continuó leyendo dando el tema 
por zanjado. Dolores había tenido muy mala suerte en la vida. Cumpliría en breve 38 años y parecía una mujer casi anciana. Siempre vestida con colores oscuros, con ropa amorfa, siempre con el pelo recogido con dos horquillas y el rostro sin maquillar. Era filóloga hispánica, pero nunca había ejercido porque Gundemaro le hizo creer que no era lo suficientemente buena. Le hizo creer que su sitio era en casa ayudando a la madre. Él ya se encargaba del sustento. Y tanto, tanto, se lo dijo que Dolores lo creyó. Acabó en casa con la pata quebrada, y sin marido. 
En el fondo Gundemaro siempre había envidiado a Dolores. Tanto en belleza como en inteligencia lo superaba y esto, un hombre como él, no podía soportarlo. Por eso en cuanto descubrió el punto débil  de Dolores se lanzó sobre él como un lobo hambriento y lo devoró. En astucia y malicia siempre fue el primero. Su hermana le quería mucho. Tenía confianza ciega en él, no podría nunca pensar que ansiase buscar su mal…. 

¡¡Dime Felliniiii!! Me voy que me espera…

3 comentarios:

  1. ¡Vaya con Gundemaro! Se está revelando como el vampiro emocional, egoísta y envidioso que sospechaba. Ganas de ver cómo evolucionan los personajes, sobre todo Dolores. Muchas ganas.
    Beso a Fellini en los bigotes.

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  2. Vaya pieza,el egoista Gundemaro...y pobres las "Dolores" de este mundo,aplastadas por "Gundemaros"...Un abrazo!

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